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Retrato del diseñador %name%

Noé Duchaufour-Lawrance

Diseñador de ambientes y objetos, Noé Duchaufour-Lawrance nació en Mende, Francia, en 1974. Criado en un ambiente creativo, define su propio lenguaje con la ayuda de formas que son, a la vez, naturales, flexibles, orgánicas, fluidas y estructuradas. Formado como escultor de metal (ENSAAMA), estudia luego diseño de mobiliario en la escuela Les Arts Décoratifs. El interés de Noé se involucra en proyectos inusuales, como el restaurante Sketch en Londres, que ha impulsado su carrera desde 2002 y le da su primer premio, el Best Design de Time Out. Diseña a continuación importantes obras de arquitectura de interior como el chalet “La Transhumance”, el Business Lounge Air France, así como el restaurante “Ciel de Paris”. Desarrolla también el nuevo concepto de arquitectura de las boutiques Montblanc, para la reestructuración de sus boutiques en el mundo entero y participa en la rehabilitación del edificio #cloud.paris diseñando el Lounge. Noé Duchaufour-Lawrance trabaja en proyectos de muy diverso tamaño, desde la escala más pequeña a la más grande. Diseña su primera colección de muebles para Ceccotti, y continúa su colaboración con otros editores italianos como Zanotta o Tacchini. Luego se une al editor norteamericano Bernhard Design para el que diseña una colección muy diversa de mobiliario. Las casas de lujo lo cortejan. Hermès enriquece su catálogo con el sofá Sellier. Saint Louis ofrece una colección de muebles, lámparas y vajilla, la prestigiosa colección Folia. Su nombre está asociado al éxito del perfume One Million para el que diseña el frasco. Su enfoque único lo lleva naturalmente hacia el diseño de objetos excepcionales presentados y expuestos en galerías o eventos de prestigio. Con la galería Made in Situ, inaugurada en 2020 en Lisboa, donde vive, concreta este apetito por la materia y el trabajo manual. Esta es la forma en que describe su trabajo: "Un objeto está obligado, por naturaleza, a responder a una necesidad, sin crear otras. A partir de esta necesidad absoluta, debe ser vehículo para significados y emociones. Es desde este punto de vista que enfoco el diseño de un objeto; más que un estilo, uso un lenguaje que desarrollo como resultado de mi experiencia. Un lenguaje en permanente estado de evolución, expresado por formas y materiales e inspirado por mi entorno - ya sea natural, real o idealizado-, y mis emociones, ya las haya experimentado o soñado. Porque creo sinceramente que hay vínculos emocionales entretejidos entre las personas, los espacios y los objetos. Hay una simbiosis entre los objetos y espacios que creo: tienden hacia la misma dirección, ayudados a veces por un toque de provocación, pero siempre tratando de no caer en la trampa de la gratuidad y la seducción".

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